Los paisajes del agua del P.N. de la Sierra de Grazalema ofrecen rincones tan espectaculares como el que encontramos entre los restos de un antiguo molino harinero en las proximidades de Benamahoma. Se trata del «Molino del Susto», que aprovechaba el agua proveniente del arroyo del Descansadero.

Las copiosas lluvias caídas durante los meses de marzo y abril en la sierra gaditana han dado lugar a múltiples paisajes con el agua como protagonista, lo que nos permite disfrutar de imágenes tan insólitas como la del agua cayendo libremente en cascada en los restos del Molino del Susto, en la bella localidad serrana de Benamahoma, agua que provenía del arroyo del Descansadero, y  que en su día circulaba por el cao hasta el cubo, para poder así mover el rodezno del molino y las piedras que trituraban el grano.

Un pequeño cartel en las proximidades de las ruinas del molino nos recuerda su historia y el origen de su nombre:

«Ruidos de niños llorando, puertas que se abren, resplandor de luces, avistamientos de ovnis….todas estas historias envuelven de misterio a uno de los múltiples molinos harineros que hay en el P.N. de la Sierra de Grazalema, el Molino del Susto.

Construido a principios del siglo XVII, (…) destruido tras la Guerra Civil y debido a las condiciones de humedad, trata de resistir el paso del tiempo transformándose en la fantasmagórica estructura que vemos, donde se dan las condiciones idóneas para la proliferación de musgos, líquenes, helechos y sobre todo de leyendas de fantasmas.»

 

Fotos de Arantza González y Jesús Oliden.
Antxón Urrestarazu Echániz
Obra bajo licencia Creative Commons