Nos hemos ido a conocer los chaparros centenarios del P. N. de Los Alcornocales, en las proximidades de la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules. Un precioso paisaje que, a pesar de la falta de lluvias del verano, presenta un bonito verdor de matorral bajo y bosque mediterráneo. Un paisaje cautivador dominado por los brezos y las aulagas, los helechos y lentiscos, los madroños, alcornoques y quejigos, todo ello adornado por las grandes lajas y moles de arenisca del aljibe.

En Cádiz los chaparros son los alcornoques. Tenemos el mayor bosque de alcornoques de Europa, es el llamado Parque Natural de Los Alcornocales,  aunque la “seca” los está diezmando poco a poco. Cosas del cambio climático y demás perversiones desarrollistas. Pero seguimos teniendo una magnífica selva, la última selva del continente, una maravilla de la naturaleza que no nos deja de sorprender en cada salida montañera.

Nos hemos ido los tres Antonios de ruta por los bosques de Alcalá de los Gazules, en busca de abrigos con pinturas y alcornoques centenarios. Pinturas rupestres no hemos encontrado, pero hemos podido disfrutar de chaparros muy antiguos. Siempre acompañados de venados que salían a nuestro encuentro en veloces carreras, mientras los buitres vigilaban nuestros movimientos en vuelos acrobáticos. Una auténtica gozada.

La ruta ha partido de las proximidades del puerto de Gáliz, un punto estratégico y cruce de caminos que llevan a San José del Valle y Algar, Ubrique y Cortes de la Frontera, Jimena y Castellar, y Alcalá de Gazules, desde donde hemos partido para iniciar nuestra ruta. En esta encrucijada de caminos está situada una de las ventas más singulares de la provincia, un pequeño santuario de la gastronomía de la caza.

Los chaparros centenarios

Texto y fotos: Antxón Urrestarazu Echániz

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