Junto a los pinsapares de la gaditana Sierra de Grazalema y la malagueña Sierra de las Nieves, encontramos el tercer pinsapar de la Sierra Bermeja, en plena serranía de Ronda, y en la frontera con la provincia de Cádiz. Todas ellas comparten esa rareza biológica tan singular: los bosques de pinsapos, una reliquia del Terciario que disfrutamos en las sierras del sur.

En los anteriores reportajes del pinsapar de Grazalema y  el de la Sierra de las Nieves, dejamos claro que estamos ante una maravilla botánica muy singular: los bosques de pinsapos, una reliquia del Terciario que disfrutamos en las sierras del sur, y que ha sido testigo de los grandes acontecimientos que acaecieron en la cuenca mediterránea desde hace más de 10 millones de años. El pinsapo es un abeto robusto, que alcanza los 30 m. de altura, y adopta comúnmente forma piramidal. Adentrarse en el pinsapar es una de las experiencias más gratificantes que nos puede ofrecer la naturaleza.

El pinsapar de Sierra Bermeja tiene algunas características que lo diferencian de los anteriores. Se trata de los únicos pinsapos que existen en el mundo que crecen sobre peridotitas, rocas de origen magmático procedentes del manto terrestre, a 10 km. de profundidad; toda una rareza. El nombre de bermeja procede del color que adopta la roca en contacto con el oxígeno del aire. La cadena montañosa tiene una altura media de 1000 m., y tiene su máxima cota en el pico de Los Reales (1452 m).

Uno de los lugares más sugerentes del pinsapar se encuentra en la llamada plaza de Genalguacil, donde una poesía de García Lorca adorna un mural allí situado. «Árboles. ¿Conocerán vuestras raíces toscas mi corazón en tierra?»

Para adentarnos en el pinsapar, hemos realizado una ruta mixta, combinación del tradicional «paseo de los pinsapos«, y del sendero «Los Realillos«. Al llegar al pico de los Reales, podremos disfrutar de unas espectaculares vistas de los dos mares y de los dos continentes.


Antxón Urrestarazu Echániz

Arantza González Sánchez

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