Una nueva travesía litoral entre torres vigías y sistemas dunares, búnkeres y playas salvajes, un precioso recorrido que parte desde el puente que cruza el río Salado, en el extremo sur de la turística localidad de Conil, y atraviesa hasta tres municipios gaditanos. Partiendo del núcleo urbano de Conil, llegamos hasta uno de los lugares míticos del litoral gaditano: el tómbolo y faro de Trafalgar.

Continuamos con nuestras rutas por el litoral gaditano, tras las anteriores por Camposoto y la Punta del Boquerón, y la que discurre entre Barbate y Zahara de Los Atunes, para acercarnos a Conil de la Frontera, la bella localidad costera tan atractiva para tantos turistas vascos, y realizar la travesía de ida y vuelta hasta el faro de Trafalgar, cerca de 25 km llenos de sorpresas.

El Prado de Castilnovo, con Conil al fondo.

1. Castilnovo.

El primer tramo de nuestro recorrido parte de Conil, del puente sobre el río Salado, y discurre por el sendero litoral que atraviesa el Prado de Castilnovo, el último prado costero, en la frontera entre la campiña y el litoral, y en paralelo a la línea de costa, hasta la torre del mismo nombre. Un precioso y cómodo recorrido entre dunas y marismas, con bellas panorámicas marinas.

Desembocadura del río Salado en la playa de Conil.

Torre de Castilnovo.

La playa de Castilnovo es una de las cada vez más escasas playas vírgenes de la provincia gaditana, playa de arenas finas y aguas cristalinas que debe su nombre a la citada torre, construida con piedra ostionera durante el siglo VXI para la defensa y vigilancia de la costa. Fue originariamente un recinto cerrado a modo de fortaleza, que servía de alojamiento para trabajadores de la almadraba de atún y sus compradores, hasta que el terremoto de Lisboa de 1755 la dejó reducida a la actual torre.

Playa de Castilnovo.

Otro elemento destacable de este tramo son los restos de un antiguo búnker o nido de ametralladoras perteneciente a la red de búnkeres construida sobre 1940 para la defensa de la costa.

2. El Palmar.

El arroyo Conilete constituye el límite natural entre los municipios de Conil y Vejer, y entre la playa de Castilnovo y la de El Palmar. A partir del arroyo realizamos la ruta siguiendo la línea de playa, que con la marea baja presenta un aspecto espléndido.

Llegando a El Palmar.

El Palmar ha sido siempre una de nuestras playas favoritas del litoral gaditano, si bien se ha ido masificando de manera abusiva en los meses de verano. La presencia de todo tipo de bares, restaurantes y alojamientos, y las múltiples actividades náuticas relacionadas con el surf, aconsejan visitar dicha magnífica playa fuera de la temporada alta.

Playa de El Palmar.

Los muchos kilómetros de playa rectilínea están respaldados por campos de dunas cubiertos de vegetación, y como elementos patrimoniales encontramos la Torre vigía de El Palmar, del siglo XVI, y otro búnker de la red defensiva de la costa gaditana junto a la citada torre.

Torre y búnker en El Palmar.

El arroyo de La Parrilla nos adentra en una playa mucho más tranquila y virgen que la anterior, donde destaca su carácter nudista: la playa de Mangueta. Una zona natural privilegiada donde conviven la playa de finas arenas, con el sistema dunar, y los campos ganaderos.

Playa de Mangueta.

3. Zahora.

Un nuevo arroyo, el de San Ambrosio, sirve de límite entre municipios, en este caso entre Vejer de la Frontera y Barbate, y nos adentra en la última de las playas de nuestro recorrido: la playa y núcleo de población de Zahora, un interesante entorno natural e histórico que ha conocido un importante desarrollo turístico en los últimos años. El primer tramo de playa se encuentra próximo al núcleo poblacional y turístico, una buena ocasión para una primera parada y un aperitivo en el mismo borde de playa.

Aperitivo en Zahora.

A continuación comienza un bello recorrido por la orilla de la playa de Zahora por su zona más virgen y natural, con un gran sistema dunar que contiene una variada cobertura vegetal, hasta llegar al impresionante cabo, tómbolo y faro de Trafalgar, final de nuestro recorrido antes de iniciar el camino de regreso.

Playa de Zahora y cabo y faro de Trafalgar.

El tómbolo de Trafalgar es uno de los parajes naturales más bellos del litoral gaditano, está considerado Monumento Natural, y fue testigo de la famosa batalla de Trafalgar de 1805, acerca de la cual y de su protagonista vasco, el mutrikuarra Cosme Damián Churruca, os contamos en un reportaje anterior. Junto al magnífico faro, que tuvimos ocasión de visitar hace unos años, se encuentran los restos de otra torre vigía, construida por los árabes en el siglo IX.

El tómbolo y faro de Trafalgar.

4. Iniciamos el regreso realizando la misma ruta que a la ida, no sin antes disfrutar de un merecido refrigerio en uno de los exquisitos restaurantes junto a la playa de El Palmar. Nosotros os recomendamos tres: Casa Francisco, todo un lujo gastronómico con los mejores productos del mar gaditano; Casa Juan, junto al anterior, una antigua taberna que se ha modernizado y ofrece una cocina de calidad; y Restaurante El Alférez, donde disfrutamos de un excelente atún encebollado, unos taquitos de mero y unas puntillitas de bandera. Una excursión preciosa y completa.

Fotos: Jesús Oliden y Arantza González

Antxón Urrestarazu Echániz

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